Re-organizando el closet


Ilustraciones por Yocaro

Hay TANTA ropa que no usamos y que está ahí toda apretujada ocupando espacio en el closet. Apuesto que lo tienes absolutamente acaparado dejando a tu pareja el closet de la pieza de invitados para que ponga ahí sus pocas pilchas.
A mí me encanta ordenar. El Pipe (mi esposo) me dice que nuestra casa parece “casa piloto” jejeje, porque trato de mantener el orden y así me ahorro días enteros de aseo profundo.
Incluso, hace un tiempo fui a ayudar a una amiga a ordenar su closet (sí, yo hago esas cosas). Ella venía llegando de un viaje y no había tenido tiempo ni ánimo para reorganizar en su closet lo que traía en sus maletas.


Soy una convencida de que las cosas ordenadas aprovechan mejor los espacios, pero para que las cosas estén ordenadas hay que hacer algunos pequeños sacrificios, y creo que hacerlos de vez en cuando es mucho mejor que acumular cosas en los muebles y después no tener espacio.
Con mi amiga, al final de nuestro orden, juntamos varias bolsas llenas de ropa que ya no usa: una bolsa con ropa inservible que se fue a la basura, otra con ropa para regalar, y otras varias bolsas con ropa de invierno a las que le hicimos un espacio dentro del ropero. Al final desocupamos como la mitad del closet. 


El sacrificio está en dedicar un par de días al año a hacer esta reorganización, es decir, vaciar el closet y separar lo que usas de lo que no usas, y después separar lo que está en buenas condiciones de lo que está para botarlo a la basura. Te darás cuenta que tienes un montón de ropa en buen estado que ya no usas hace mucho tiempo y (seamos realistas), no vas a volver a usar. ¿Qué hacer con ella? Acá algunas opciones:

Regalar: puedes regalar la ropa entre tus amig@s y familiares, regalar a alguien que trabaje con ropa reciclada, regalar a personas que realmente necesiten ropa, o llevar tus cosas a una “Gratiferia” que se haga aquí en la región (Gratiferia: movimiento de carácter internacional que consiste en ferias donde todo es gratis, sin dinero de por medio, ni bonos, ni trueque, en las que no existe noción de reciprocidad. Se desarrollan en plazas públicas y centros culturales. Referencia: http://es.wikipedia.org/wiki/Gratiferia) donde más de alguien se interesará por tu ropa.

Vender: mucha gente vende su ropa usada por Facebook a precios económicos, también puedes venderla en alguna feria, organizar una venta en tu casa para tus amig@s y/o vecin@s, o, si no tienes tiempo, regalársela a alguien que pueda venderla.


Transformar: Hay ropa que ya no usas pero no quieres regalar ni vender porque tiene algún valor sentimental para ti. Pues bien, para que ese valor sentimental se mantenga, transfórmala. Supongamos que aún conservas esa polera que usabas cuando conociste a tu pareja. Una idea es transformarla, por ejemplo, en un cojín y regalárselo a tu esposo/pololo/novio en su aniversario. O si tienes un bebé o estás esperando uno, puedes hacer un par de almohaditas para la cuna. Con ropa vieja se puede forrar cojines, hacer delantales de cocina, hacer colchas en patchwork, etc.

¡Te vas a sorprender con la cantidad de espacio que tendrás! Podrás, incluso, dejarle espacio en el closet a tu pareja para que el pobrecito no tenga que poner su ropa en la habitación de invitados, ¡si es que no tienes calado el closet de la habitación de invitados también!