Una de mis series favoritas de este año es 2 Broke Girls. ¿Por qué? Porque me identifico con el pesonaje de Max en una cosa en particular: el miedo a emprender.
Max es la mejor haciendo cupcakes, le quedan deliciosos, pero los vende a un precio muy bajo, incluso a veces los regala. Y no le importa, es feliz haciendo sus cupcakes. Pero cuando aparece Caroline (veinteañera ex multimillonaria que tiene que mudarse a la parte pobre de NY luego de que su familia quebrara) en la vida de Max, los cupcakes comienzan a verse como un excelente negocio. Caroline es la mejor haciendo negocios: le sube el precio a los cupcakes, hace tarjetas de presentación, va por aquí y por allá buscando lugares donde expandir el negocio, toma todas las oportunidades que puedan servir para hacerse conocidas, va a cursos, tiene millones de ideas, etc, y se lleva a Max a todos lados, aunque generalmente media obligada. Y es que Max no está muy de acuerdo con expandir el negocio, para ella sería mucho mejor quedarse en la seguridad del anonimato, sólo con los pocos que compraban sus cupcakes antes que llegara Caroline.
En una frase que Max le dice a Caroline se resume todo: "¡Me gustaba hacer cupcakes antes de que llegaras!"
Me pasa parecido. En un momento me di cuenta que me gustaba hacer ropa y pensé que con ser Diseñadora Industrial tenía el ingenio suficiente para hacerlo, de hecho, hace como 3 años hice varias cosas sin ningún conocimiento, y ahora pienso "¡cómo pude haber hecho algo tan feo!" jajaja!! Hasta que, animada por mi esposo que me apoya en todas mis ideas, decidí hacer un curso de Diseño y Moda, y me cambió la vida. Fue ahí cuando me di cuenta que quería coser toda mi vida, pero, al mismo tiempo, nació el miedo a emprender.
Tengo la bendición de tener muchos amigos, y a todos les gusta lo que hago, perfectamente me podría haber quedado con esa clientela segura, haciendo unas poquitas ropas, cobrando super poco por mi trabajo, a veces regalando, pero ese era el camino fácil, el difícil es el camino de Caroline: expandir el negocio, hacerse conocida, ser busquilla de oportunidades. Ese es el camino que requiere más esfuerzo, y ese es el que elegí yo, con muchísimo miedo decidí convertir el talento en un negocio. Y lo más difícil es que no tengo una Caroline conmigo, pero tengo amigos que me han ayudado muchísimo en las áreas en las que aún soy débil.
Yo también pensé en algún momento "Me gustaba hacer ropa antes de que esto se transformara en un negocio", porque ¡pucha que es difícil! Pero mi consejo es: Hazlo, aunque te demores años en lograrlo. Yo me he demorado unos 4 años en hacer realidad este sueño, y por fin puedo decir que ¡tengo mi primera colección de ropa!
¡Échenle un vistazo!
"Todo empezó como un juego"
Pamela Durán
Diseñadora.